La semana pasada, la Policía Nacional detenía en Madrid y Valencia a cinco personas. Cuatro eran españolas y la última procedía de Libia. Unir los puntos entre todos ellos, a priori, no es un camino claro. Pero si en la ecuación se incluye una empresa de material armamentístico todo parece coger entidad.

Los cuatro españoles dirigen la empresa Star Defence Logistics & Engineering, SDLE en su acrónimo. El extranjero es el responsable de la RADA-SDF, un grupo paralimitar de corte salafista. Según fuentes de inteligencia, tiene un rango medio en la organización, una unidad de operaciones especiales que se centra en secuestros de alto perfil, asesinatos, muertes relacionadas con intoxicación por drogas y alcohol, tráfico de inmigrantes ilegales, contrabando de armas, contrabando de explosivos, ataques terroristas y complots.